El conocimiento representa la relación entre
el sujeto y un objeto. Así que el verdadero problema del conocimiento consiste
en discernir la relación entre el sujeto y el objeto.
Existen
doctrinas que pretenden darle solución:
OBJETIVISMO: Según
éste, el objeto es el decisivo entre los dos miembros de la relación
cognoscitiva. El objeto determina al sujeto. Éste ha de regirse por aquél. El
sujeto toma sobre sí en cierto modo las propiedades del objeto, las reproduce.
Esto supone que el objeto hace frente como algo acabado, algo definido a la
conciencia cognoscente. Esta es la idea central del objetivismo. Según él, los
objetos son algo dado, algo que presenta una estructura que es reconstruida por
la conciencia cognoscente. Para el objetivismo, el centro de gravedad del
conocimiento reside en el objeto; el reino objetivo de las Ideas o esencias es,
por decirlo así, el fundamento sobre el que descansa el edificio del
conocimiento.
REALISMO: Su
representante fue PLATON, quien dice que el conocimiento se encuentra en el
objeto mismo, por cuanto el valor radica en sí mismo o de manera absoluta en el
objeto.
REALISMO CRÍTICO: no
cree que convengan a las cosas todas las propiedades encerradas en los
contenidos de la percepción, sino que es, por el contrario, de opinión que
todas las propiedades o cualidades de las cosas que percibimos sólo por un
sentido como los colores, los sonidos, los olores, etc., únicamente existen en
nuestra conciencia. Estas cualidades surgen cuando determinados estímulos externos,
actúan sobre nuestros órganos sensoriales. No tienen, pues, carácter objetivo,
sino subjetivo. Es menester, sin embargo, suponer en las cosas ciertos
elementos objetivos y causales para explicar la aparición de estas cualidades.
El hecho de que la sangre nos parezca roja y el azúcar dulce, ha de estar
fundado en la naturaleza de estos objetos.
IDEALISMO: Su representante es HEGEL, quien manifestaba que
el conocimiento se encuentra en el sujeto mismo, por cuanto es él quien le da
el valor a las cosas, lo cual de ser así, el conocimiento sería algo relativo.
POSICIÓN
DEL MATRIAL DIALÉCTICO: No
existen las cosas aisladas, sino en múltiples relaciones y estas relaciones no
son unilineales sino reciprocas. “El materialismo pone conscientemente en la
base de su teoría del conocimiento la convicción “ingenua” de la humanidad...
consiente en admitir que las cosas, el medio, el mundo existen
independientemente de nuestra sensación, de nuestra conciencia, de nuestro Yo y
del hombre en general”. El materialismo dialéctico concibe al conocimiento como
un proceso complejo.
POSICIÓN
DE LA FENOMENOLOGÍA: es
un intento de reconciliación entre el realismo y el idealismo (Kant). El
fenomenalismo (fenómeno, apariencia) es la teoría según la cual, no conocemos
las cosas como son en sí, sino como nos aparecen. Para el fenomenalismo hay
cosas reales, pero no podemos conocer su esencia. Sólo podemos saber que las
cosas son, pero no ¨lo que son¨. El fenomenalismo coincide con el realismo en
admitir cosas reales; pero coincide con el idealismo en limitar el conocimiento
a la conciencia, al mundo de la apariencia, de lo cual resulta inmediatamente
la incognoscibilidad de las cosas en sí.